Por sus grandes dimensiones, las obras arquitectónicas causan mayor
impacto en el espectador y más cuando se trata de algún diseño innovador. Es el
caso de las construcciones con estilo orgánico, pues salen de lo que
habitualmente se ve en ese campo. No podemos hablar de este tipo de
arquitectura si no mencionamos el Art Nouveau (estilo basado totalmente
en formas orgánicas en todas sus producciones, tanto arquitectónicas como decorativas)
y a su representante, el arquitecto catalán Antonio Gaudí (1852-1926)
considerado uno de los precursores de la arquitectura moderna.
Gaudí vivía fascinado por la naturaleza y sus formas, por el fluir del
agua y demás elementos orgánicos que vemos claramente representados en sus construcciones.
casa Batlló en Barcelona
Al hablar de arquitectura orgánica nos referimos (como vimos en pintura)
a aquellas construcciones que muestran formas suaves basadas en elementos de la
naturaleza, como caracoles, caparazones, nautilos, pájaros, conchas u olas de
mar. Las formas de estos elementos orgánicos son retomadas por los artistas
para crear sus proyectos abstractos. Aunque tales formas han sido usadas desde
siempre, el término “arquitectura orgánica” fue usado por primera vez por el
arquitecto estadounidense Louis Sullivan (1856-1924) y después retomado y
profundizado por el también arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright
(1867-1959) para definir este tipo de construcciones.
El famoso Museo Guggenheim de Nueva York es obra del arquitecto Frank
Lloyd Wright y ejemplo perfecto de la arquitectura orgánica. Lloyd Wright
estuvo a su vez inspirado por la arquitectura maya. Observa cómo las formasen
espiral se asemejan a las de un caracol o nautilo.
Opera House de Sidney (Australia) por el arquitecto danés Jörn Utzon
México
Aunque las formas de
sus edificios no muestren ejemplos específicos de formas orgánicas, Juan O´Gorman se puede considerar el pionero de la
arquitectura ambiental, más por la idea de que sus construcciones se
interrelacionan con el paisaje natural que por retomar formas orgánicas en sus
fachadas. Estuvo inspirado en las ideas de Frank Lloyd Wright sobre la relación
arquitectura-naturaleza. Muchos arquitectos mexicanos posteriores a él
siguieron esta tendencia de armonía entre el edificio y la naturaleza, como es
el caso de Diego Villaseñor; y otros que recurrieron a formas preferentemente geométricas,
como Luis Barragán y Ricardo Legorreta. Los ejemplos que acabamos de ver son de
arquitectos que buscan esta relación armónica entre la arquitectura y la
naturaleza, pero que no crean diseños orgánicos como sí hace el considerado
máximo representante de la llamada arquitectura orgánica, el arquitecto mexicano
Javier Senosiain (1948).
La casa nautilus y vivienda similar a una caracola marina
*Imágenes y vídeos de Internet
*Textos Artes Visuales 3 Ed. Castillo
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